lunes, 23 de febrero de 2015

Entierro de Genarín.

        Cada Jueves Santo tiene lugar en León una de las procesiones más irreverentes de toda la Semana Santa, el Entierro de Genarín en el Barrio Húmedo.
        Genaro Blanco Blanco, Genarín, de oficio pellejero y conocido en la ciudad por ser todo un personaje, un borrachín frecuentador de burdeles y tabernas. En la madrugada del 29 de marzo 1929, mientras orinaba al lado del tercer cubo de la muralla, fue atropellado por el primer camión de la basura que tuvo la ciudad.
        A partir de aquí y, debido a la rigidez de la celebración de la Semana Santa en León, “sus cuatro apóstoles”, Francisco Pérez, Eulogio, Nicolás Pérez y Luis Rico iniciaron una parodia de las procesiones para rendirle culto y que fue conocida como El Entierro de Genarín, un Vía Crucis irreverente. Esta celebración convocaba cada año a más gente hasta que fue prohibida en 1957.
        La “tradición” se recuperó en los años 70 reuniendo cada vez a más público. En la actualidad es toda una fiesta en la ciudad de León, en la que participan miles de personas y que está organizada por la Cofradía de San Genarín. La víspera del Jueves Santo se publica en el periódico local el recorrido completo, pero no suele haber muchas variaciones.
        Se inicia con una cena, habitualmente en el restaurante Rancho Chico, en la que se leen poesías a San Genarín y la Homilía del Año, escrita por un autor consagrado que sólo conoce el Abad de la Cofradía.
        La procesión comienza en la Plaza de San Martín alrededor de la medianoche.
Pendón, cabezudos, marioneta de la muerte y ofrendas (barril de orujo incluido) recorren la calle de la Sal hasta llegar a la Plaza de la Regla, ante la Catedral. Allí se reza un Credo y se sigue hasta el convento de las Carbajalas donde se lee un poema a la Moncha, que es la Magdalena de Genarín.
        Desde aquí se iba hasta la puerta del tercer cubo, pero tras ser tapiada, la comitiva sale por el arco de la cárcel y camina hasta el tercer cubo donde se hace pública la Homilía.
        Tras esto, el Hermano Escalador sube por la muralla para depositar la tradicional ofrenda: orujo, queso y una naranja. Tras la ofrenda, la procesión sigue hasta la Plaza del Grano y ante la cruz, se brinda con orujo y se leen poesías.

Entierro de Genarín.


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