Exponente
de lo más típico de León, posee un clásico empedrado y casas con soportales, de
las que sólo se conserva un digno ejemplo. Fue sede del mercado de los granos.
Allí se pregonaban las ordenanzas de las pesas y medidas, de las de caza y
pesca, de zapateros y curtidores, etc. También allí tenían lugar corridas de
toros. Su Cruz de Piedra que, según la tradición, marca el sitio exacto donde
se apareció la Virgen, era considerada como el rollo o picota de la ciudad.
La fuente del Grano, de 1789, reinando
de Carlos IV, está situada enfrente del ábside de la iglesia del Mercado. Es
obra de Isidro Cruela. La obra escultórica se debe a Félix Cusac. Representa la confluencia en la
ciudad de los ríos Bernesga y Torío y se compone de un pedestal cuadrado sobre
el que se eleva una columna, con base ática y capitel con hojas de acanto y
espadaña; unidos a la columna hay dos niños, de gran tamaño, que bajo sus
brazos cruzados por la espalda tienen una máscara de león, que vierte agua en
abanico en una taza; dos escudos de la ciudad dominan en lo alto.
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Plaza El Grano. |