Sin duda el más bello del Camino de Santiago, el
puente de Hospital de Órbigo es famoso sobre todo por la bravata de Don Suero
de Quiñones de romper trescientas lanzas por el rescate de la señora por la que
se hallaba en prisión de amor desde hacía tiempo. Tras las justas o «paso
honroso», don Suero viajó a Santiago y ofreció al Apóstol un brazalete de oro
de la dama por quien tan denodadamente lizó.
Construido con buena sillería, el puente de Hospital
de Órbigo dibuja un trazado serpenteante y, por si fuera poco, ninguno de sus
múltiples arcos tiene el mismo tamaño. La parte más antigua se halla del lado
del pueblo, a la altura de los cuatro arcos ojivales, bajo los que ya no pasa
el agua. Su armoniosa estampa es realmente sorprendente y, tanto por su belleza
como por la ubicación y por su historia, es un punto clave en el camino hacia
Compostela.
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Puente Paso Honroso. |
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